"La pitonisa leyó la mano de la mujer lectora. En cada línea adivinó un capítulo de su vida: un comienzo feliz, un nudo en la garganta y un desenlace trágico. Desde ese día, la mujer lectora leyó entre líneas." (Esto y ESO). Raúl Vacas.

domingo, 11 de octubre de 2015

Bécquer y el amor 2.0

Eric. Isabel.

El chico moreno,  de piel tostada, ojos miel y pelo ensortijado descansaba sobre la cama de su habitación escuchando el jaleo del pasillo. Era tal su mala suerte que el día en el que Muse venía por primera vez a Madrid, su hermana mayor se tenía que casar -pensaba él-. “¡Mamá,  ayúdame a atar la corbata!”, “Ya tienes 16 años, cariño, eres lo suficientemente mayor como para hacerlo tú solo.”

100 años de aburrimiento más tarde...

La familia no era tan rara como le habían advertido…-parece que algo perturbó sus pensamientos-.
Hoy la ha visto.
“Ha cruzado callada, con sus movimientos de silenciosa armonía, entreabriendo aquellos ojos tan claros como el día (Y la Tierra, y el cielo… todo cuanto abarcan). Recostado sobre su asiento, piensa que ella tiene la luz, tiene el perfume… el color y la línea. Fuente eterna de poesía."  Es rubia, es alta, tiene curvas. Pasa contoneándose elegante sin prestar atención a Eric. Aparentemente.

“Te veo como se siente un terremoto, como con turbulencias en el pecho, como el secreto que nunca escondemos. Te veo como se escuchan golondrinas, o como a mi barriga un buen poeta. Como ese subidón de adrenalina de cuando se adelanta alguna espera.” -Piensa ella-.

Hoy la ha visto…, la ha visto y la ha mirado.
Se sienta a su lado.
“Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman; el cielo se les deshace en rayos de oro, la tierra se estremece alborozada. Oyen flotando en olas de armonía rumor de besos y batir de alas. Sus párpados se cierran… ¿Qué sucede? ¡Es el amor, que pasa!”

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