"La pitonisa leyó la mano de la mujer lectora. En cada línea adivinó un capítulo de su vida: un comienzo feliz, un nudo en la garganta y un desenlace trágico. Desde ese día, la mujer lectora leyó entre líneas." (Esto y ESO). Raúl Vacas.

viernes, 16 de octubre de 2015

Bécquer y el amor 2.3

Eric.                                                                                                 Isabel.

Siglo XXI

"Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro"

Yo viví el amor como el que muere de una enfermedad con esperanza de vida. Ya negué tu nombre cien veces, te pinté sobre el lienzo de cada ocaso, puse tu nombre a mis ojeras y esbocé la sonrisa fingida cuando me preguntaban que si todo bien. (Y juro que si hay algo más doloroso que dar un beso por última vez, es darlo sin saber que es el último.)

Y ya sé que todos tenemos épocas de esas de tormenta, y que después de cada tormenta siempre llega la calma. Pero esa calma eras tú y si tú te has ido, ¿qué es lo que queda? Y a mí también me han dicho que la vida sigue, pero escucha, yo llegué a pensar que la vida a veces no sigue. Que a veces solo pasan los días.Y pasan y pasan sin ningún orden ni concierto y así hasta que un buen día empiezas a darte cuenta de que el portazo era también puerta. Que no se pueden reciclar los suspiros, o dar un mismo beso por segunda vez. Que una buena caída también ayuda a medir distancias, que en la vida también caben cosas como calcular para que no se rompa, andar con tiento, temer lo bello.Que las cicatrices pueden serte útiles si aprendes a leerlas. Y yo tengo en el cuerpo una biblioteca entera.Yo sólo espero que en un futuro pueda agarrarle las muñecas a mi nieta y decirle mirándole a los ojos, que yo no pasé hambre en ninguna guerra, pero me enamoré de ti.

Siglo XIX


"Asomaba a mis ojos una lágrima
y a su labio una frase de perdón;
habló el orgullo y me enjugué mi llanto,
y la frase en sus labios expiró.
Yo voy por un camino; él, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor, 
él dice aún: -¿por qué callé aquel día?
y yo digo: -¿por qué no lloré yo?"


Se suicidó tirándose al vacío que sentía en su interior. Una relación en el Romanticismo jamás es superada, porque jamás termina. Aunque se rompa.



Letra traducida.

1 comentario:

  1. Leyendo vuestros textos se me ha pasado la hora de la merienda. Fantastico

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