"La pitonisa leyó la mano de la mujer lectora. En cada línea adivinó un capítulo de su vida: un comienzo feliz, un nudo en la garganta y un desenlace trágico. Desde ese día, la mujer lectora leyó entre líneas." (Esto y ESO). Raúl Vacas.

martes, 31 de mayo de 2016

Continuará

Por mí y por todos mis compañeros.

Me falta tiempo, me falta tiempo por todas partes. Tiempo para estudiar todos los exámenes que se han concentrado en las dos semanas que nos quedan hasta las evaluaciones. Tiempo para agradecer todas las cosas buenas que me han pasado en este curso. Tiempo para despedir, tiempo para poder tocar el verano, aunque sea con las puntas de los dedos.

¿Te acuerdas cuando el tiempo parecía no avanzar a principios de febrero, o el lunes a primera, o el viernes a última, o cuando el profesor se retrasaba justo antes del examen? Que inconscientes somos cuando estamos sujetos a la rutina, no nos damos cuenta de que el tiempo pasa. Y muy rápido.

No es hasta que me paré a pensar y a hacer inventario cuando me di cuenta de que, en mi mente, estos cuatro años de instituto parecen una recopilación de fragmentos de locura y felicidad a cámara rápida. Claro que no ha sido el musical lleno de fiestas y de apuntes volando por los aires que prometían las películas de Disney, pero quizás  ha sido mejor.  (Por desgracia creo que no todos saben apreciar lo afortunados que somos de poder ir a clase, algunos lo ven como un deber y no se dan cuenta de que hay niños en otras partes del mundo que desearían ocupar el asiento que ellos se limitan a calentar.)

Tengo pilas de abultados cuadernos saturados de tinta y hojas sueltas, y libros de texto con las esquinas redondeadas de tanto pasar páginas, y agendas manoseadas y llenas de historias, de deberes, de fechas de exámenes, de frases de los profesores.  Pero tengo, y esto es lo más importante, muchas de ganas de seguir aprendiendo, de seguir madurado, de seguir descubriendo,  de comerme el mundo. Y eso se lo tengo que agradecer a todos los profesores que me han dado clase, desde 1º de infantil a 4º de la ESO, y que se han esforzado por inculcarme no sólo sus conocimientos sino también sus valores , creo les debo parte de lo que ahora soy. 

Y gracias también a tres personas con las que, hace poco tiempo, comencé un blog.


                                                                                                                              María Moya

No hay comentarios:

Publicar un comentario