"La pitonisa leyó la mano de la mujer lectora. En cada línea adivinó un capítulo de su vida: un comienzo feliz, un nudo en la garganta y un desenlace trágico. Desde ese día, la mujer lectora leyó entre líneas." (Esto y ESO). Raúl Vacas.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Dudas prenupciales.

LEONARDO
(últ. vez Vier. 18:36)

Mira, estoy harto. No sé porque todos los caminos me llevan a ti, no miento, que tú me dices voy y yo ya he llegado, me intento ir y no sé qué pasa que siempre acabo volviendo. Y si no me mareas así no estoy tranquilo. Y si se callara la voz que me dice “esto no ha acabado” tendría miedo.

(Maldito tu padre. Y cuanto duele que no seamos “tú y yo”, por ser tu y yo.Que miér-
coles más malo que empiezas a moverte y se acaba la música. Y cuanto echo de menos cuando teníamos aún esperanza.)

Me dejaste con sed, (sed tenaz que reseca mi garganta) sed de eso que no sé qué es pero que tienes y del cual no tengo remedio sin tu presencia. Una sed de náufrago, de que vaya y no quieras y me vaya y llores por mí ausencia. De que te resistas y que te resistas y que me provoque, cielo, y el tiempo que pierdo sin morirme a tus pies es tiempo perdido y tiempo en el que olvidas que yo sigo aquí y nada ha cambiado. Y date cuenta por favor, algún día, de que no lo quisiste a él y que me duele que  prefieras una tumba clavada en su tierra antes que una vida amarrada a mi brisa.

Pero estoy harto ya de perseguirte como el sol a los búhos, día sí, día tan (bien). Por qué no sé cuándo acaba luchar por lo que quieres y cuando empiezo a encapricharme de tenerte. Sé que lo mejor para ti y lo mejor para mi es acabara ya con este ciclo, romper el círculo, aprender a dejarte atrás con toda esa gente que tú crees importante y escapar yo solo antes de volver a mirarte a los ojos (porque si lo hiciera…). Así que no volverás a leer ningún mensaje más escrito por mí.
Juev. 22:42 (✔✔)
Mejor olvídalo, no quería decir eso.
Juev. 23:00 (✔✔)
Oye, estoy fuera, ¿qué tal si sales y hablamos?
Vier. 18:36 (✔✔)



¡Benditos sean los humanos! Yo, que la capacidad de deducción y el “pensar antes de actuar” son mis únicos enemigos. No sé si a veces solo me asusto por nada, ejemplos como este, muchos. En los que el hombre canta y canta pero no actúa según su palabra (como si pudiera). Y no se todavía si se trata de un problema de estupidez o de falsedad, yo ente omnisciente, que no entiende a razones (soy más de que las cosas no tengan explicación) no entra dentro de mi comprensión la duda humana. Me quedo perplejo cuando si quiera se plantean el escapar, ¿escapar de dónde? ¿Escapar de una jaula? La jaula que hacen ellos con sus manos a partir del pájaro alado que es la vida. La duda, ¿de qué dudas? Si sabes que no hay combinación de palabras ni sinfonía ni imagen anclada a la retina que puedan hacerte cambiar de parecer, sacarte de mis manos, sacarte de tu deseo (Maldita sea, ¿no ves que es lo que quieres?). Pero aun que me vean los mortales como camino de rocas, cauce de un río de vida, no es cierto, yo estoy en el tiempo, en sus pensamientos, en los hechos, en las portadas y en cada hoja (no solo al final, no soy el destino, el final del trayecto) y la muerte simplemente forma parte del fin de cada historia, no es ni la daga ni una persona, que aquí arriba estoy yo solo. Y llegados a este punto debería explicar que no soy un amo del mundo aunque haya gente que me confunda proponiéndome nombres, llamándome dios.

Vivo fascinado aún con como la pasión supera todo obstáculo y se abre paso entre las venas, fascinado por la belleza en los actos de fe ciega de amor, de morir por lo que se anhela, morir por lo que se vive. Porque yo no soy camino, cauce o jaula, soy un mero espectador que hace la historia, soy el agua, el viaje y el pájaro que es la vida.

Santiago García

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